En un contexto de desafíos económicos sistemáticos, las entidades de microfinanzas están registrando los niveles de mora más altos desde la crisis financiera de 2008. Este fenómeno que afecta a miles de prestatario, pone en evidencia la fragilidad del sistema financiero en la actual coyuntura económica.
Esta
situación se origina en la desaceleración económica y las dificultades que
enfrentan tanto las personas como las empresas para cumplir con sus
obligaciones financieras. Según datos recientes del Banco Central de Reserva
(BCR), la recuperación de la economía ha sido mucho más lenta de lo previsto,
lo que ha exacerbado los problemas en el sector microfinanciero. La combinación
de factores externos ha creado una tormenta perfecta que amenaza con
desestabilizar aún más un sistema que ya muestra signos de vulnerabilidad.
El
impacto de esta situación se refleja en el aumento de la cartera de créditos en
mora, particularmente en instituciones clave como MiBanco y el Banco de Crédito
del Perú (BCP). A pesar de las estrategias implementadas para mitigar este
riesgo, como la reprogramación de préstamos y el fortalecimiento de las
provisiones, la situación continúa deteriorándose. Las medidas adoptadas hasta
ahora, no han sido suficientes para revertir la tendencia y proteger a los
sectores más vulnerables de la población.
Asimismo,
el incremento en la morosidad se ve impulsado por la falta de liquidez en los
hogares, que a su vez es resultado de la disminución del poder adquisitivo. Las
familias están priorizando el consumo básico sobre el pago de sus deudas, lo
que agrava la situación para las entidades de microfinanzas que dependen de
estos ingresos para mantener su estabilidad. Esto es el reflejo directo de una
política económica que no ha logrado reactivar el consumo y mejorar la
situación financiera de los hogares.
Un
aspecto crucial que no debe pasar desapercibido es la relación entre el
incremento en la morosidad y la confianza del consumidor. La creciente
incertidumbre sobre la estabilidad económica ha llevado a una caída en la
confianza de los consumidores, lo que a su vez disminuye su disposición a
asumir nuevas deudas. Esto podría significar un doble golpe para las
microfinanciera que no solo enfrentan un aumento en la morosidad, sino que
también podría ver una reducción en la demanda de nuevos préstamos y complica
aún más su situación financiera.
En
este escenario, los reguladores financieros y el gobierno tienen un papel
crítico que desempeñar. Sin bien algunas medidas han sido implementadas para
aliviar la presión sobre las microfinancieras, como las políticas de
reprogramación de deuda y los incentivos fiscales, es evidente que se necesita
una intervención más contundente, que incluya apoyo directo a las familias y a
las pequeñas empresas, así como la reestructuración de la deuda de manera más
amplia, esto podría ser la clave para evitar un colapso más severo en el
sector.
En
conclusión, las microfinancieras enfrentan uno de sus mayores retos en años
recientes y la efectividad de las medidas adoptadas por los actores del sistema
financiero será crucial para determinar el curso futuro de la economía peruana.
Sin una acción más agresiva y coordinada, es probable que esta crisis de mora
se convierte en un problema estructural que afecte a largo plazo tanto a los
prestatarios como las mismas instituciones financieras.
Referencias:
Gestión. (2024, agosto 9). Utilidades de 11 de 17 bancos caen, ¿y las del suyo?. Gestión https://gestion.pe/tu-dinero/bancos-utilidades-de-11-de-17-caen-y-las-del-suyo-noticia/
Gestión. (2024, julio 15). La mitad de microfinancieras en rojo y con mora mayor a 8%. Gestión https://gestion.pe/tu-dinero/finanzas-personales/la-mitad-de-microfinancieras-en-rojo-y-con-mora-mayor-a-8-cajas-municipales-financieras-noticia/
Gestión. (2024, julio 10). Crédito vehicular se desacelera por alza de la mora. Gestión https://gestion.pe/tu-dinero/credito-vehicular-se-desacelera-por-alza-de-la-mora-noticia/
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